miércoles, 28 de marzo de 2007

ALEXANDRE DORVAL



Alexandre Dorval, pinta en el aire; plasma en sus lienzos visiones que no sabes nunca si van o vienen, hecho clave para ser un pintor en la gran búsqueda de su realización.
La pintura de Alexandre es desbordante, le ha llevado preferentemente a recorrer otros caminos. Este pintor nacido en Le Mans y con residencia en Paris, ha preferido venir a Córdoba, como él dice: a conocer la auténtica España, pinta, vive intensamente la pintura desde el lienzo y aquí encontró la luz de sus sueños oníricos.
Por eso, frente a la realidad del arte, en nuestros días, en este mundo de dilatados límites y cielos diferentes, hoy, este pintor que está en nuestra tierra, a fuerza de acción y energía construye para un futuro, elaborando su nativo mensaje antes de que desaparezca.
Por su temperamento, Alexandre ha sabido dar a su obra pictórica una interpretación distinta, pero de situaciones vividas en el tiempo. Siempre deja ver una inequívoca impresión de su madurez vital anunciadora de futuros éxitos; descubre lo mejor de su espíritu y una técnica poco común, entre óleo, acuarela y materia mineral, que se adueña de todos aquellos que aman las disciplinas estéticas. Entrega el arte que posee, la personalidad definida en cada una de sus obras; se siente cómodo dentro de las tradiciones abstracto-figurativas del arte que cultiva.
Una vida plena, una vida de claro equilibrio, una vida satisfecha que realiza una obra serena en su ilimitada curiosidad, en la observación científica y en la indagación crédula del misterio. Ello escapa al clima de nuestra época, clima de angustias imaginativas, situadas en una esfera ideal de paz, sabiduría y belleza. La importancia que este pintor concede al color se manifiesta con una sencillez y pureza propia en cada una de sus obras.
Alexandre confiesa que siente pasión por Córdoba y, por ahora, al lado de Melanie en la Corredera, surge su mundo. La función del dibujo no es mero entretenimiento hay que llevarla al plano del arte, planteando éste en síntesis de movimiento, color, luz, recreación de todos esos elementos en una expresión artística en que se vislumbran posibilidades insospechadas en el campo estético.
El conjunto de la obra de Alexandre, deja una impresión de armonía, pero el examen de cada cuadro revela los signos de una lucha intensa y permanente, donde la expresividad está lograda a través de cambios, que sirven para reflejar el movimiento, la exaltación o la tristeza que expresan sus paisajes.
Alexandre, es un pintor poco común, de personalidad definida; posee condiciones sobresalientes en su dilatada carrera impregnada de talento. .
Quieta oscuridad,

que late como silencios de arco iris

en largas lluvias de arena,

que no resurgen ni en la música.

Falsas nubes en escalas

sin estribos y cuevas blancas

con el miedo a ser descubiertas.

Interior secreto de atardeceres,

crepúsculos de mañanas sin noche

cuando intentas ver la realidad,

que no florece ni en las cenizas del fuego.

¡Ahí está el sentimiento dormido

de un mundo que no es abstracto

y la herida es solo un momento!.

Nada queda, sólo un encuentro

en abatidas criptas de piedra

y busca lo concreto de la vida

que azota por un abismo de susurros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Visité la exposición de Dorval y reconozco que su pintura es un deleite para los sentidos